SAN HUBERTO

ARTÍCULOS SAN HUBERTO.

ADIESTRAMIENTO PARA SAN HUBERTO
 
Jesús Barroso de la Iglesia
 
 
 
            En el artículo anterior se habló sobre el entrenamiento físico que el perro de caza necesita para presentarse en condiciones óptimas a un campeonato de San Huberto, el presente tratará sobre su adiestramiento. ¿Acaso es diferente de un adiestramiento convencional para un perro de caza? Esta es la primera pregunta que me surgió cuando por mi cabeza comenzó a rondar la idea de acudir a este tipo de eventos y la verdad que hasta que no acudes y te juzgan no te das cuenta de las diferencias porque en teoría no las hay, pero en la práctica si y es que como comenté en el artículo anterior no es lo mismo juzgar a nuestro propio perro, que nos lo juzguen. Como jueces no somos nada objetivos, es normal, es nuestro perro y nosotros somos sus adiestradores, como ya dije, los fallos siempre los podemos corregir mañana, no pasa nada, eso claro, durante una jornada de caza, pero en un campeonato la excusa no sirve, el perro es lo que demuestra durante 15 o 20 minutos, no hay más, corrige mañana si quieres que yo te puntúo hoy, pensará el juez. De modo que lo que trataré en este artículo, o por lo menos lo intentaré, será sobre todo lo relacionado al adiestramiento específico y necesario para optar a una buena puntuación en un campeonato de San Huberto.

Antes de meternos en harina veamos lo que el reglamento de San Huberto dice al respecto en su artículo 10.8 que lleva por título “Evaluación del Perro”: “... Aspectos del adiestramiento: El jurado asignará un máximo de 15 puntos a la unión armónica entre el cazador y el perro; su obediencia y eficacia; regularidad en la búsqueda; inmovilidad al momento de la salida de la pieza y al momento del disparo con un arma de fuego; relación con la pieza y su diente dulce; respeto de la pieza con pelo como con pluma.”
 
Después de leer parte del artículo 10.8 se lo que algunos estáis pensando, no merece la pena el esfuerzo, la dedicación y el tiempo que requiere adiestrar un perro para que me den 15 miserables puntos ¡¡sobre 100 posibles!!. Estoy de acuerdo, es una faena y no de torero y como son lentejas que si quieres las comes y si no las dejas pues ya se sabe. Está claro que el reglamento de San Huberto, por lo menos en cuanto a puntuación del perro se refiere debería dar un cambio radical, son muchas las voces que aclaman ese cambio, pero chico no hay forma, debe ser que la subjetividad extrema aplicada a un juicio en una competición es lo que prima, porque con este reglamento es lo que se consigue. Esa unión armónica no es lo mismo para mi que para otra persona, por poner un ejemplo, pero bueno la finalidad de este artículo no es criticar, es acercaros, al que le gusten las lentejas, a estos campeonatos y que la subjetividad del juicio sea la menor posible, por lo menos en cuanto a adiestramiento se refiere, aunque ya os aviso que en el universo de los jueces hay de todo como en botica, he visto de todo y lo que me queda por ver, que espero sea bueno.

Voy a intentar ahora descifraros lo que el artículo de marras nos quiere decir, vayamos pues por partes:

            Unión armónica entre el cazador y el perro:

           
Aunque esa unión armónica entre cazador y perro es separada por un punto y coma como queriéndonos decir que lo que viene a continuación es con lo que se consigue esa unión armónica, también nos viene a decir, bueno eso os lo digo yo, que las correcciones deben ser las mínimas durante el tiempo que dure nuestro turno. Las indicaciones las haremos a ser posible exclusivamente de forma gestual, es decir indicamos al perro con los brazos la dirección a seguir, pero solamente si es necesario, no debemos caer en el hábito de indicar siempre haga falta o no, cosa por otra parte muy común, si el perro lleva bien la dirección no hagáis gesto alguno. El silbato en San Huberto se lleva poco más que de adorno, solamente lo utilizaremos cuando sea indispensable, si vemos que el perro lleva camino de salirse del cuartel que nos corresponde debemos corregir cuanto antes porque de lo contrario seremos penalizados.

            su obediencia y eficacia; regularidad en la búsqueda;

           
Aquí sobra algo o viene mal redactado. La regularidad en la búsqueda se consigue con el entrenamiento del que hablábamos en el artículo del mes pasado, pero también con la obediencia y la eficacia del perro vendrá dada precisamente por esa regularidad. Debéis asentar bien la búsqueda cruzada, a ser posible que el perro la realice de forma automática que no de forma autómata ¿a que me refiero? Hay que saber jugar muy bien con el grado de sometimiento y el grado de libertad, el perro debe actuar de forma libre en todo momento pero también debe estar pendiente de nuestras indicaciones. Para mi gusto, y digo para mi gusto, el perro debe tener siempre un punto de rebeldía, ese que hace que en alguna ocasión se vaya unos metros de punta y nos sorprenda cuando cae en muestra, esa acción viene dada por unos buenos vientos y por una buena mano izquierda, un perro que va de forma autómata localizará esa pieza si, pero en el lazo siguiente, lo malo es que hemos visto como antes le había llegado el olor, a mi personalmente eso no me gusta, a algunos jueces tampoco, otros dirán que ordenadico va ese perro, volvemos a los juicios subjetivos, pero es así.

            inmovilidad al momento de la salida de la pieza y al
momento del disparo con un arma de fuego;

Bueno esto no tiene mucho que contar, es el respeto al vuelo y al tiro descrito de forma que rellene un poco más. Hace un par de meses expliqué en dos artículos como enseñarlo y corregirlo, si tomasteis buena nota, a estas alturas lo tendréis conseguido. Aclarar que la ausencia del respeto al vuelo en San Huberto no es descalificatorio, pero nunca se podrá lograr una buena puntuación sin él, ¡¡ojo!! Digo conseguir una buena puntuación, que no es lo mismo que ganar, un perro que no respete el vuelo ni el tiro puede ganar una prueba, ya se sabe, en el país de los ciegos el tuerto es el amo.
Otra puntualización sobre el respeto al vuelo y al tiro es que no es tan exigente como en otras disciplinas como caza práctica, primavera,....es decir, en San Huberto no pasa nada porque el perro de un paso al salir la pieza o al oir el tiro, en las otras disciplinas nombradas eso es motivo de descalificación, está claro que un perro que realice los respetos de forma correcta, sin moverse para nada será mejor puntuado que otro que de un pasito, pero vamos que como he repetido varias veces, todo queda en manos del juez.

            relación con la pieza y su diente dulce;

           
De verdad que leyendo el reglamento federativo me recuerda a aquellas clases de la facultad de Filosofía y Letras, no sabes si están de cachondeo o quieren confundir al personal, en fin. La relación con la pieza buena no va a ser...por lo menos para la pieza. Ahora en serio, esto se refiere al cobro. ¿Cómo debe cobrar un perro en San Huberto? Debe cobrar bien y entendemos por cobrar bien con todo lo que ello implica que la búsqueda de la pieza sea lo más corta posible, mucho tiempo buscando una pieza penaliza; el perro debe portar correctamente, los cobros por una pata, un ala o la cabeza penalizan; la entrega de la pieza deberá hacerse con el perro sentado a ser posible sin orden alguna, es decir que el perro acuda portando y se siente delante nuestro con la pieza en la boca y no soltarla, la debe entregar a la mano cuando se la pidamos, los perros reacios a entregar también son penalizados. La boca dura, es decir, si un perro aprieta mucho la pieza, la mastica o la traga será penalizado.
El cobro en San Huberto es uno de los aspectos que más se miran, que más importancia tienen, ya he dicho antes que un perro que no respete el vuelo no va a ser eliminado, pero un perro que no cobre, que deje una pieza muerta en el campo puede ser eliminado o calificado con un grave demérito que se traduce en –10 puntos, todo ello como siempre a criterio del juez.

 respeto de la pieza con pelo como con pluma.

Al igual que es necesario el respeto al vuelo, también lo será el respeto a la carrera de una pieza de pelo, es a lo que se refiere este punto, o por lo menos eso entiendo yo, la verdad que tendrían que sacar un manual de interpretación del reglamento de San Huberto, lo digo totalmente en serio, si no te lo explica nadie y acudes a una prueba con este reglamento aprendido de memoria te llevas más de una sorpresa, también tengo que decir que yo soy paleto de nacimiento y mis entendederas son cortas como decimos por aquí.
 
Pues esto es lo que hay. Todo lo relacionado al adiestramiento que es necesario para tener un perro en condiciones óptimas de acudir a un campeonato de San Huberto lo he tratado a lo largo de varios artículos, ahora simplemente consiste en perfeccionar algunas cosas con las que nos conformábamos en una jornada de caza. Desde aquí os animo a presentaros, es un aliciente más para seguir entrenando con vuestro perro en estos meses de veda que se hacen tan largos. Ah! Desechar el tópico de que la granja estropea un perro de caza, como mucho lo va ha hacer más confiado solo eso, pero no le hará falta más que una jornada tras las perdices de verdad para que cambie el chip de nuevo.
Por último animar desde aquí a la Federación, por lo menos a plantearse el cambio en las puntuaciones, el perro hoy día lo es TODO en la caza menor, si con los campeonatos de San Huberto pretenden como reza en su reglamento hacer a los cazadores más éticos y respetuosos con el medio, que empiecen por ser respetuosos con el perro, creo que merece algo más que 30 puntos o que sea comparado con lo limpia que llevamos la escopeta o la camisa ¿No lo creéis asi? Yo a pies juntillas.
 
Zamora a 4 de abril de 2006
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